jueves, 22 de mayo de 2008

Sheep (O el inicio de una nueva era para mí)



¿Cómo fue que una sóla canción cambia la vida de un ser humano? ¿Cómo fue que una sencilla secuela de notas de teclado acompañadas de un balar incesar de ovejas descarriadas pudo entrar en los lugares más reconditos de mi mente? ¿Cómo fue que una pieza se mantuvo oculta durante 40 años hasta que rompió la barrera de lo imposible y le mostró a quien suscribe el presente artículo la genialidad en letra y melodía de lo que NO DEBIA SER?

La cuarta canción del álbum de 1977 "Animals" de Pink Floyd había sonado durante muchos meses en el ipod de este humilde redactor y no fue, sino hasta que se tocó en vivo frente a 15000 espectadores en Lima, aquel lunes 12 de marzo del 2007, que entendí que tenía que salir del camino para crecer, soñar y alcanzar las metas fuera del alcance del rebaño.

El inicio desenfadado de un teclado apasible en medio de un grupo de pacientes ovejas nos muestra en lo que se ha convertido el colectivo del ser humano a través de los siglos. Si bien somos entes pensantes con libre albedrío, la masa es torpe, lenta y manejable al antojo de cuanto líder diestro aparezca, llamándosele de manera educada, pastor.

El crecimiento de los instrumentos, la entrada de la batería de Nick Mason y el bajo marchante de Roger Waters penetran en el subconciente como un rayo de luz que ilumina la noche de ignorancia pasiva que han vivido estas ovejas, mientras pastaban tranquilamente como lo han hecho siempre. Cada verso de las dos primeras estrofas nos muestra el comportamiento diario de todos. Ni nos inmutamos a lo que suceda a nuestro alrededor, sino que nos limitamos a seguir y seguir a personajes mal llamados ilustres a las canteras del olvido, a las guerras plagadas de muerte, a las fábricas llenas de yugo y maltrato y demás lugares donde la masa es el resultado de no pensar.

Nos abrimos paso a un interludio silente con mínimos sonidos de visión que inunda la imaginación más allá del quehacer cotidiano. Son los sonidos del despertar de un sueño, donde confundimos si lo que vivimos es realmente nuestro o es parte de algún plan colectivo diseñado para someternos a todos... Pero ya en esta fase, pensamos. Despierta nuestro interés por saber que existe después y es aquí que entra una seguidilla de escalas de teclado magistralmente interpretadas por Rick Wright y los demás instrumentos lo acompañan, además de la guitarra de Dave Gilmour que le da caracter tónico y de rigor a estas ansias de nuevo conocimiento adquirido por el pronto despertar de la raza humana.

Cae nuevamente la incertidumbre con el bajo marchante de Roger Waters marcando los ritmos de la divagación mental, allí donde consultamos con lo que se nos ha enseñado... A través de una oración del mundo fuera de nuestra esfera y un creciente balar incandesente de ovejas descontroladas que va creciendo a la par de la lectura de la ya mencionada oración, llegamos a la última estrofa de la canción, donde nuestros seres de blanco han recobrado algo de la conciencia y caen sobre la opresión que los contuvo durante siglos y así, llevados a la conclusión, hemos de decidir si queremos seguir bajo el yugo del pastor o si saldremos del camino para poder crecer.

Será motivo para que cada uno abra los ojos y pueda ver más allá de lo que tenemos realmente al alcance de las manos y toquemos por una vez al menos las estrellas de nuestros propios y ÚNICOS sueños.

viernes, 16 de mayo de 2008

Echoes


(Carátula de Meddle de 1971)

A decir verdad, nunca me imaginé que una sóla canción pudiese expandirse a más de 6 minutos, dentro de los estándares de música que yo solía escuchar. Se entiende de esta primera línea que no he de haber escuchado muy buena música de chico.

Si bien he admitido públicamente que Pink Floyd es, para mí, la mejor banda del planeta, fue ésta la canción que me demostró que las palabras hacen pinturas, que los sonidos puedes ser vagos, contundentes, estridentes, galácticos, planetarios, incólumes, destructivos, galopantes y porque no, mágnificos, si se encuetnran bajo el dominio de Waters, Gilmour, Wright y Mason.

Grabada en toda la segunda cara del LP de 1971 conocido como Meddle, se dispuso la banda a capturar en toda su integridad, lo que bien se estaba conociendo en la época como rock espacial. Y no es para menos que esta pieza de 24 minutos haya establecido muchos de los parametros que regirian lso estándares del rock progresivo de esa época.

No se por donde empezar con esta canción, pues son muchos los sentimientos que a uno lo embargan, si queremos simplificar en palabras lo que nos toma meses deducir de una sola secuencia musical. No podemos hablar de instrumentos separados ya que en conjunto muestran la destreza con la que Pink Floyd se caracterizó a las puertas de una nueva década, conocida como una de las mejores que la música pudo tener... Eso o podemos considerarla desde un inicio como la mejor década de la música.

Empezando ya con lo simple de una nota, la pieza lleva tres estrofas, cada una considerada por este humilde redactor como una pintura distinta y como una idea que dejó plasmar sus raices en la mente visual del área del lenguaje. A grandes razgos podríamos dividirla en dos partes que van unidas de un puente de sonidos que asemejan un pantano. Podemos tener una idea de este concepto si observamos las escenas que lo acompañan en el documental "Pink Floyd: Live At Pompeii". Fuera de eso, al cerrar los ojos es visible en la cosntrucción de imagenes mentales, el universo y el vacío del espacio. Sentímos como desde el espacio sideral somos llevados a un lugar a la orilla del mar donde las voces de Rick Wright y Dave Gilmour convergen y nos ilustran el golpear de las olas.

Uno puede en verdad sentir incluso en lo que vendría ser el inicio de la segunda parte, como una especie de evolución humana encerrada en sonidos que van en crecimientos. Durante el último tercio de la primera parte, el bajo de Roger Waters, marca un ritmo muy seguro, que transmite confianza. No olvidemos que es indispensable que exista durante cada segmento de explosión, la percusión de Nick Mason. Finalmente puedo facilmente quedar sin palabras ante el mágnifico trabajo de Dave Gilmour, quien apoya mucho la canción no sólo con solos de guitarra, sino con efectos únicos que junto a los teclados flotantes de Richard Wright, hacen de Echoes, todo un monumento a la increíble música que los seres humanos somos capaces de crear.

Echoes es sin duda, una canción extraordinaria que ojalá tengan la oportunidad de escuchar, cuando se sientan listos para dejar volar la imaginación y evolucionar la manera, como escuchan la música en general. En otras palabras, es el siguiente nivel.

In My Life IV

No vamos a tomar puntos que ya han quedado olvidados con el paso del tiempo. No vamos a volver la vista hacia atrás con el único propósito de acordarnos exactamente en que parte de nuestro cuerpo hizo su entrada la daga que significó el prinicipio del fin.

En un inicio no es un requerir voluntario, sino el surgimiento de un deseo o sensación anómala involuntaria que nos permite, de ésta manera, evocar esos recuerdos que nos llevan a un valle sin salida, cuando ya las notas de una larga lista de canciones hacen su entrada en la mente de uno.

Podría echarle la culpa a mi mala costumbre de relación canción-momento que me acompaña desde hace ya varios años. No hubo jamás un rostro que no tenga la tonada al inicio de su ser. Podría yo atribuirle faltas a mi constante mal proceso de aprendizaje, basado principalmente en la experiencia y no en la teoría, como es debido.

El punto es que cuando llega cierto momento de la noche, cual bombardeo fugaz de ideas, caen en bandada las gotas de la lluvía de la memoría que no lo dejan a uno dormir por las noches en paz. Todos tenemos un pasado, todos quisieramos olvidar muchas cosas, mas no desear que no hubiesen sucedido.

A todo esto, ¿qué es lo que exactamente quiero decir? Si no lo estuvieron siguiendo, es sino la queja de este humilde redactor que, cansado de batallar con un sin fin de memorias, expresa a todos aquellos que leen este manifiesto, su punto de vista en cuanto a tener presente siempre el pasado o no.

¿Qué es eso que no nos deja dormir cuando la vida es perfecta? ¡Porque sí! Mi vida está en una parte formidable de su cauce natural (y esto debo agradecerlo a alguien que me ha devuelto las ganas de sonreir como no las tenía hace años, gracias Lup!).

A veces no es suficiente decir que queremos ser buenos... A veces necesitamos cumplir lso ciclos que hemos dejado pendientes, con fines de seguir nuestro camino para adelante.

jueves, 15 de mayo de 2008

Welcome To The Machine



Si quienes leen este blog pudieran visualizar el futuro con esta canción como lo hago yo, seríamos soñadores infinitos, sin lugar a duda. Sentir esos sonidos industriales, de maquinas en produccion de Dios sabra que, nos introduce a una de las piezas que mas han quedado grabadas en mi mente, de Pink Floyd.


Welcome To The Machine del álbum Wish You Were Here, es en sintesis, la realidad de lo que quiso un interprete de música y en lo que se convirtió, sin olvidar el concepto de que la maquina es por quien se hacen las cosas y a quien le debemos las cosas en la industria musical; un concepto que para mi gusto, refleja lo que es la musica en la actualidad: COMERCIAL.


La verdad, permitirme soñar con mundos futuristas es parte de lo que personalmente me invita a mentalizar la cancion en quien escribe el presente texto. Son sonidos muy llamatimos a pensar en algo más alla de nosotros mismo, en cielos mezclados con apogeo de civilizacion. Es darse el lujo de divagar en lo que llegaremos a hacer como seres humanos, muy aparte de lo que realmente refleja la cancion y el propio concepto de Roger Waters. Escuchenla y sabrán a lo que me refiero.

miércoles, 14 de mayo de 2008

The Dark Side Of The Moon




(El texto original menciona como fecha del álbum 1972 lo cual es falso, atribuible a un error de dactilografia, mil disculpas :))

Finalmente me he propuesto dedicarle unas lineas humildes a este gran album de 1973. No creo que haya mejor introducción al mundo de Pink Floyd, si no es con este álbum en particular. Si bien me mantuve reacio a escribir al respecto, no es porque me haya faltado inspiración. Es posible que sea tal ves muy poco lo que mis palabras puedan expresar y así darle una idea al lector sobre esta obra maestra. Bueno creo que es hora de escuchar el latir de un corazón...


Habiendo tenido como predecesor a Obscured By Clouds, The Dark Side Of The Moon es una síntesis increíble no sólo de la sociedad que existía en aquella época alrededor del mundo, sino también es el testimonio de cosas tan triviales como el tiempo, la vida, la locura y la simplicidad de los hechos durante nuestros días.


También debemos entender que, si bien tenemos al parecer 10 canciones, es realmente una sola, y por tanto también un solo contexto. No hay manera que una pieza pueda vivir sin la otra. Es un todo que expresa en un largo de 44 minutos todos los hechos que acabo yo de mencionar y como podemos aplicarlos en la propia vida.


"Speak to me" es un conglomerado de sonidos que inician con el latir del corazón y se mezclan con los distintos personajes, ruidos y demás, con motivo de dar la bienvenida al disco o mejor dicho, dar la bienvenida al lado oscuro de la luna. Vemos un caos creciente que entre una base rítmica anatómica se conglomeran para culminar junto con el grito desahogado de una intéprete en la segunda pieza del álbum, "Breathe". Esta segunda pieza es ya la descripción simple y con un arreglo muy pacífico de la vida misma, desde el nacimiento hasta los devaneos e inconvenientes de la vida adulta, asi como un breve manuscrito de consejos para no rendirse y verdades acerca de los problemas que enfrentamos todos al crecer.


"On The Run" es, sino la primera, una de las pioneras en cuanto a música electrónica. Es el jugar con los sonidos ambientales de distintas situaciones humanas. Bien puede ser el perifoneo en el aeropuerto o los autos de las carreras Nascar. Incluso los pasos de suspenso de alguna película de Hitchcook o la risa desaforada de alguien, de manera espontánea. Experimental y por tanto, nada despreciable.


"Time" es para quien escribe el presente artículo, la mejor canción del disco. Colo de guitarra imbatible de David Gilmour y una letra tan profunda como simple, es un pequeño viaje a través de todas las etapas de la vida y esos momentos de apremio, relajo y aceptación que hemos tenido. Darle las palabras exactas a momentos tan cruciales en mi vida, le valió el título de ser también una de las mejores canciones de todos los tiempos. Expresa de manera clara y penetrante, las cosas que uno no podría decir sino con muchas palabras y de manera muy complicada. Al final de esta pieza podremos también escuchar "Breathe (reprise)" que es la continuación de la pieza número 2 de este magnifica pieza musical, a la vez que nos permite seguir entendiendo a los humanos, asi de llanos como somos.


"The Great Gig In The Sky" fue a mi parecer un golpe de buena suerte, que a su vez nos muestra a través de un grito increíble, no solo el gozo, sino el sufrimiento y la dicha a su vez. Se trata de un arreglo musical increíble acompañado por esta voz abrumadora de Clare Torry, un paseo de casi 5 minutos entre las olas de la vida, en un mar de grandes tormentas y tranquilas mareas.


"Money" (incluso como su nombre lo indica) vino a ser uno de los hits comerciales de la banda británica de rock progresivo. En términos simples, llevados a un ritmo muy irregular para el rock (7/8) nos topamos con "la raíz de todos los males", con una de las fuerzas más poderosas del mundo, de la que vivimos y dependemos muchas veces y por la que muchos dan incluso la vida. El dinero lo es todo, según muchos entendidos de la geopolitica, economia y sociología mundial. Es también en si un poema muy interesante la letra sobre este particular asunto.


"Us And Them" es un testimonio. Es una gran canción sin lugar a dudas. Es una serie de declaraciones y frases que a modo de protesta, nos revelan la situación actual del mundo. Lo bajo que muchos seres humanos han caido, la realidad entre los hombres que como hermanos, se desconocen y se matan unos a otros. Con una base de piano, originalmente compuesta para Zabrinski Point y un interludio pasivo, rítimico y luego fuerte, es esta pieza algo IMPORTANTISIMO dentro del concepto del lado oscuro de la luna.


Acto seguido tenemos nuevamente una pieza instrumental, "Any Colour You Like", como puente hacia el segmento final del disco. No por ser instrumental, esta canción deba pasar inadvertida a nuestros oidos, dentro del contexto del DSOTM. Es una bella recreación de "colores" (o los sonidos tratando de dibujarlos) que nos introducen al ultimo concepto del álbum. Con varios instrumentos y con base en el piano de Rick Wright, se experimenta una paz y un navegar mental impresionante, antes de llegar a la locura.


"Brain Damage" es la locura del ser humano y a su vez con breves aluciones a uno de los fundadores de la banda, Roger "Syd" Barrett. Con un ritmo bastante peculiar y sonmoliento, los versos sobre la locura y el desatino en el lado oscuro de la luna se hacen evidentes. Además de las risas e incoherentes dialogos ocasionales, es sin duda una pieza interesante.


Finalmente llegamos al "Eclipse", un conjunto de afirmaciones y conclusiones propias del disco y como colofón de esta historia, llevan entre sus versos lo más cierto que pueda haberse apreciado ene ste viaje: Everything under the sun is in tune, but the sun is eclipsed by the moon. Finalmente dejan de sonar los instrumentos y reanudamos nuestras vidas con el latír de un corazón, tal como empezó esta historia.


La verdad no hay lado oscuro de la luna. Los hechos son que es toda oscura...