Hace dos años que estoy aquí... Dos largos años de mentiras, engaños, planes, conspiraciones, rezos y peticiones que nos llevan al final de la carretera y nos muestran o bien la salida a la autopista de la vida o la señal de "FIN DEL CAMINO".
Cuando retomo la mencionada autopista, veo los 24 meses que quedaron atrás. Veo las personas que durante estos años me acompañaron sin importarles mis resultados, mis errores o mis fracazos.
Cuando salgo a la vida para levantarme de entre los muertos, prefiero caminar junto con los seres que me han ayudado a aprender más y más cada día y prefiero olvidar y desearles lo mejor a las personas que me llevaron a tomar ese desvío que por un momento llamé "el inicio del fin".
Sólo entra en mi cabeza el sonido del fin de la guerra y con mucho júbilo y alegría puedo una vez más cargar mi rifle para librar combates y batallas en otras fronteras, con las heridas en el alma y el amor y la experiencia para sanarlas.
La música me había salvado... Mi familia me había salvado... Mis verdaderos amigos me habían salvado... El amor había llegado nuevamente y si recordamos las palabras de un gran amigo, "a quien más se le da, más se le exigirá".
¡La guerra (al menos ésta) se ha terminado! Publiquenlo, difúndanlo y pregónenlo en cada rincón de mi vida, porque me habían dado por muerto, pero he vuelto a vivir.
Agradecimientos especiales para mi hermano Santiago, para mis viejos, para mis amigos Luigui y Miguel y para todos aquellos que SABEN LA VERDAD, QUE SABEN DONDE CAÍ, QUE SABEN DE DONDE VENGO Y PORQUÉ CERRÉ LAS PUERTAS PARA QUE NADIE NUNCA MÁS VAYA A ESE LUGAR.
Y un agradecimiento especial para Tí... ¡Sí! Tú, que has venido a la orilla....
