domingo, 24 de mayo de 2009

Hold On...


Muchas veces me ha faltado fuerza para poder mantenerme firme en los lineamientos de cualquier plan que yo haya tenido entre manos en los últimos años. Actualmente llevo a cabo una de las mayores empresas que haya tenido que comandar a lo largo de 23 años de existencia. Sin embargo, es momento para que se renueven esas fuerzas que nos permiten ver más allá del horizonte y que nos permiten contemplar la paz que se vive en aquellos lugares donde ya no existe la maldad sembrada por las acciones u omisiones del ser humano.

Es en uno de esos momentos de paz y de contacto con la tranquilidad, donde con calma se observan todos los factores que afectan nuestro entorno y no nos permiten vivir de acuerdo a nuestras posibilidades. Aprendí que lo mejor nunca viene fácil y que lo que más cuesta, más perdura a través de los años en la mente de uno y de quienes nos rodean. Aprendí que si podemos alcanzar la inmortalidad a través de nuestros gestos o decisiones y como nos desenvolvamos con quienes queremos y con nuestros enemigos.

Hoy sólo puedo decir que si vivimos al filo de la navaja, que si estamos al borde del acantilado, que si pensamos que ya no hay salidas, que si ya no vemos la luz que nos alumbraba la senda por la que ibamos, nos detengamos un segundo. Sobrevivamos al momento y aguantemos... Aguantemos porque la vida sigue, porque un rayo de esperanza es lo único que necesitamos para continuar y que la pelea no se ha terminado.

Quebrados por la larga caminata, por los golpes que sentimos a diario, por la larga espera de la solución que aún no podemos observar, debemos cerrar los ojos, respirar, sentir como el aire llena nuestros pulmones y al volver a mirar, ver la luz que siempre estuvo y que nunca nos deja.

Resistan... Si vamos a terminar el camino aquí, que sea al menos, un final de fotografía digno de mención por los muchos siglos que aun quedan de historia.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Shine on, you crazy diamond...


Al compás de esta hermosa melodía, dejo como epílogo las palabras del ser a las puertas del nuevo mundo. Ya no quedaba más que mirar en aquellos paisajes que alguna vez llamamos hogar. Se esfumó como la brisa del mar, todo recuerdo que pudiese llevar a un cambio repentino de la línea preestablecida de acontecimientos y nuevamente, presenciabamos un cambio climático en el panorama personal.

Al final, la teoría era cierta... Luego de lograr algo, ¿qué sigue?

El vacío perpetuo del silencio, como si fuesen los créditos de una película inconclusa para crear incertidumbre en el espectador, era el fiel compañero de los momentos siguientes al despertar... Eso, si es que hubiese uno, porque a este nivel, dudaba un poco de ello...

martes, 12 de mayo de 2009

Even Flow...


Hay cosas que sabes que han cambiado en el instante preciso que las vuelves a mirar después de mucho tiempo. Definitivamente algo sucedió esa mañana que no logro explicar y por ende, sentí el frío del extraño y aunque algunas veces fuimos amigos o enemigos, ahora somos al parecer completos extraños con seres que alguna vez formaron parte de la planetaria estelar de uno mismo. Y pensar que a veces se me van los pensamientos como mariposas, y sin saberlo, los empiezo a corretear... En este caso, dejaré que se vayan simplemente. Será eso o perecer.

sábado, 2 de mayo de 2009

En las huellas del alba...


Hoy vi una foto y me asusté. Creo que no había sentido esa incertidumbre en mucho tiempo. Probablemente por la ignorancia de no tener todo bajo control surgen siempre las sorpresas del fin del día que nos devuelven a la vida como si estuvieramos a punto de morir.

Sentí una incógnita en mi mente y no sabría describir si al ver esta u otra imagen, habría esa sensación de vacío que siento en este instante. ¿Dónde quedaron los años en los que la claridad era parte de la vida cotidiana? ¿Dónde quedo la tranquilidad del alma con miras al aprendizaje y un futuro mejor? ¿Dónde quedo la paz para cimentar los edificios del mañana que nos recuerden los logros de hoy?

Y si alguna vez miro al pasado a los ojos y no me queda otra que preguntar, ¿valdrá la pena haber esperado por ese momento, siendo concientes en este preciso instante que ya no vale la pena? ¿Y qué buscamos en los ojos del tiempo que ahora nos es ajeno? ¿No será acaso una puerta al vacío, sin punto de retorno y un motivo más para perdernos en la eternidad de la memoria y lo que querramos olvidar?