lunes, 18 de enero de 2010

And Justice For All... (Parte 2)


He esperado durante muchos años escuchar en vivo las canciones que Metallica trae a Lima. Nace dentro de mí la emoción de que aquellas canciones que me acompañaron en mi soledad, en mi pena, en mi dolor y en mi angustia, dándome fe y esperanza, serán ahora interpretadas por sus autores originales y que yo estaré ahi para presenciar ese momento.


Es como haber llegado al final de un camino largo donde al volver la vista atrás, ves las huellas que dejaste como parte del sendero ya recorrido y de toda experiencia que cubrió tu vida. Vuelves a recordar cada momento como el último y sabes que una energía incomparable golpeará tu rostro con tanta fuerza que no volverás a sentir otra cosa como igual.


Simplemente existen las horas que faltan para el concierto, solamente yacen vivas las cicatrices que dejaron una serie de hechos a lo largo de tus días, solamente cuenta el momento cuando las heridas volverám para recorrer cada centímetro cuadrado de piel.


Solamente queda revivir cada segundo y a su vez, sentir que la vida se nos va, porque la música sigue sonando, porque nada más importa...