martes, 12 de agosto de 2008
Cuando vemos la luz en la niebla...
Se viven tiempos difíciles en la actualidad. Al menos quien escribe la presente, sabe que las cosas nunca han estado 100% bien, sobretodo cuando más lo creemos y asi y todo, vean la entrada anterior y sea yo muy feliz, la realidad nos pone pruebas todos los días.
No se como serán los problemas de todos ustedes allí afuera, ya que imagino y respeto la gravedad que le puedan asignar a cada uno. Sin embargo, es de común acuerdo darnos cuenta que tenemos que enfrentarnos siempre a ellos, sin importar qué o estaremos destinados a perecer.
Y sí... A veces nos sentimos frágiles porque vemos a nuestro alrededor desmoronarse la vida y sentimos que nos han abandonado. Yo les digo algo... Nunca estamos solos. Para los creyentes como yo, tenemos de nuestro lado a Dios que nos cobija en nuestra hora más oscura, pase lo que pase, estemos donde estemos. Crean en Él y Él los acompañará cuando tengan a los lobos encima y sólo puedan dirigir la vista al cielo, cerrar los ojos y rezar.
Para los que no creen en Él, decirles que uno mismo debe aprender a vivir en armonía con sus propios pensamientos y fortalezas. Mientras más segurida tengamos día a día, seremos personas de visión clara en el momento de la adversidad.
Como verán, no hay pierde seamos de un grupo o de otro. Recordemos ante todo que los problemas son siempre oportunidades disfrazadas y que lo que nos mata, nos vuelve más fuertes. Por mi parte, espero que estas líneas les hayan ayudado en algo en este instante.
Yo sólo creo que estamos ahorcados, que estamos saturados, que estamos agobiados y cansados, que somos acechados y ¡QUÉ ESTAMOS VIVOS! ¿Qué esperan? ¡Corran, crean, recen, haganse fuertes y no dejen que el mundo los destruya!
Una más para los creyentes.... El Señor es mi pastor, nada me falta.
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