(Foto Cortesía de IMDb) Es una pena que Heath Ledger haya partido a mejor vida, ya que de estar vivo, se daría cuenta del gran papel que ha protagonizado (porque es The Joker quien se roba la película). Tantas trivialidades y problemas morales reunidos en el clásico y conocido archienemigo del Caballero de la Noche.
Hay muchas cosas que se plantean en el reciente film de Christopher Nolan para reflexionar, como la idea de que realmente se vive en un mundo sin reglas. La idea del caos queda plasmada en toda la película, no habiendo minuto alguno en el que se respire algo de paz sin la constante amenaza de The Joker. Se ha logrado bastante bien este aspecto, manteniendo al espectador pegado a su butaca por más de 2 horas.
Aparte la idea misma de que un personaje haga las cosas por el simple hecho de no tener un plan general (porque lo cierto es que cada movida estaba planeada), es sinónimo de locura o desequilibrio, lo cual es una característica vital. Y su filosofía es también la idea misma del caos sobre lo establecido. Encontrarse con alguien así, debe ser realmente terrible.
Creo que la sola idea de que vivimos en un mundo injusto para las reglas que existen es más que suficiente para probar de que muchas veces la realidad supera con creces a la ficción... Y si bien, en la vida real no existe un Batman o un Joker, existen personas de buena voluntad que luchan día a día para que tu y yo durmamos tranquilos.... Así como gente que sólo tiene en mente hacerle daño a otros, o ¿por qué no decirlo? Ellos QUIEREN VER ARDER EL MUNDO.... Entonces... Ante este problema... ¿Por qué tan serios?
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