Al ver que casi la vida de nuestro ser más querido se nos iba de las manos y ocurre ese milagro inesperado donde muy pocos ven a Dios, caí en la memoria de los que, como yo, teniamos cuentas pendientes con la vida.
Hace 2 años que llevo a cabo un plan, donde cada día me toca jugar un nuevo set de cartas y a la vez, un juego donde tengo que ganar para que todo concluya en un final feliz.
Ha llegado la semana final de un desafío al que me arrastré sin pensar en mi futuro... Ha llegado el momento de ver la salida al fin. Sólo necesito 3 días más para soñar de nuevo con las estrellas de mi propio destino y poder así, alcanzar la eternidad que vislumbro en medio de mis quehaceres rutinarios.
Sólo con ver que de un arma no salió la bala que llevaría a un padre a su más grande depresión, sólo con ver que aquella capa impenetrable si existía sobre el cuerpo de su hija,
sólo con ver que Dios estuvo ahí y lo pude ver a través del celuloide,
me hace resistir y pedir el auxilio más grande en estos momentos de vigilia.
Decirle al mundo en estos momentos que debemos resistir a cada instante, por el bien de nosotros mismos.
(Dense también un tiempo para ver CRASH y entender un poco de lo que estoy hablando.)
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