
El álbum cuenta con todos los elementos de un género basado en improvisación, donde el saxofón, la percusión espontánea, un bajo rebelde, teclados de toda índole, cuerdas como fondo, toda clase de instrumentos de viento y la increíble guitarra de Zappa nos transportan a un mundo de colores al dejarnos llevar por la música.
Cabe destacar que, si bien parece que se ha reclutado a toda una civilización de músicos para llevar a cabo tremenda empresa, son sólo Frank Zappa e Ian Underwood quienes hacen la gran mayoría de trabajo, interpretando este último muchos de los vientos y pasajes complicados de teclados en los 6 tracks que componen la obra. Hubo colaboración por parte de otros músicos y la única pista cantada en Hot Rats es interpretada por Captain Beefheart (Don Van Vliet), un gran amigo de Zappa. La canción es Willie The Pimp y es de sus versos de donde sale el nombre para este disco infaltable en la colección de clásicos.
Es indispensable que exista ese gusto por la simple apreciación de la música en todas sus gamas para comprender por qué es Hot Rats una pieza de arte musical en toda su magnitud. También es importante mencionar que nuevamente es Zappa quien la produce íntegramente y es una de las pocas grabaciones que se ha dado en 16 pistas, cuando los equipos convencionales tocaban 4 u 8 pistas solamente en la época. Como una referencia, The Beatles grababa en la misma época el famoso Abbey Road en 8 pistas solamente, demostrando así la riqueza que Hot Rats presenta a todo el público que pueda darse casi 50 minutos de su tiempo en deleitarse con sus pasajes de jazz, rock y blues.
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